La primera vez que tuve un ejemplar de Aduana Vieja entre mis manos, tuve la sensación de que por fin podía «respirar» en un libro… una caja espaciada, una hermosa tipografía y aquel cuidadoso diseño que no eran habituales… Esa sensación inicial de libertad dentro de las páginas de un libro fue la que me motivó a buscar en esta editorial un hogar para Vida mía, la primera novela que iba a publicar en español en muchos años, después de haber publicado varias en inglés. Publicar en Aduana Vieja no solo fue pasar a formar parte de un prestigioso catálogo, sino en cierta manera de una comunidad de autores que es promovida con gran entusiasmo, conocimiento y profesionalidad. Siendo sincero, debo decir que en mis andanzas de escritor, al menos a día de hoy, no he logrado encontrar ninguna otra editorial como esta…